Textocentrismo vs. electracy

Concepto

 Como indica su propia composición léxica, con textocentrismo nos referimos a una actitud que defiende la primacía del texto como objeto de estudio prioritario, frente a otras teorías culturales que preconizan puntos de vista contrarios, por ejemplo, focalizando el entorno o la recepción como pilares de la actividad semiótica.

Las nuevas aproximaciones que han puesto de moda los estudios culturales han arremetido contra el textocentrismo, sustituyéndolo por un sociocentrismo: el texto es importante, pero es más importante la práctica discursiva y social en que se inserta. Los nuevos estudios de literacidad, en efecto, ponen el énfasis otra vez sobre las prácticas culturales y los ámbitos de poder (concepto de «campo literario» de Bourdieu), lo cual supone un cierto rechazo al estudio meramente formalista. En medio del debate que sostienen los defensores del método histórico crítico y los de las nuevas escuelas críticas, parece claro que la «artisticidad» de los textos (por ejemplo, las perícopas del Génesis) no solo debe explicarse por sus formas primigenias, sino en referencia al contexto extratextual que nos aporta el estudio de las religiones, de la tradición o del contexto histórico y que subyace en las propias representaciones de Dios (A. Martos, 2012).

El textocentrismo ha ido unido a la primacía de la cultura escrita y al logocentrismo, conforme a los nuevos usos explicados por Chartier (2004), por ejemplo, la lectura docta, cuando se populariza la lectura de libros como aprendizaje y se pone en valor el buen juicio del lector –«discreto lector», en la expresión cervantina–. La república de las letras que impulsa la Ilustración es todavía un foro de textos que dialogan pero, en el albor de la cultura digital, Internet es ya esa aula sin muros donde se expresa la inteligencia colectiva en múltiples medios, donde está presente la intermedialidad y, en particular, lo que se ha llamado transliteracy o transliteratura. Ser letrado en el siglo XXi es, pues, estar polialfabetizado y entender no solo del Quijote u otros textos a través de las habilidades clásicas de leer, escribir o hablar, sino conocer de forma eficiente los multilenguajes involucrados: plataformas, herramientas y canales.

En cuanto a electracy o electrura, si queremos traducirlo así, se trata de la nueva alfabetización, o las competencias de codificar y descodificar mensajes en la era multimedia digital. G. Ulmer (2003) arguye que se debe tener fluidez en las tres comunidades: oral, escrita, mediática-digital. Sería una expansión del concepto de ALFIN, «alfabetización informacional», la cual debe incluir competencias tecnológicas y competencias críticas, y estas son las que presentan mayor dificultad.

 

Análisis

 Hervé Fischer decía respecto al «paréntesis de Gutenberg» que no hay tal paréntesis en forma de ruptura entre una cultura y otra, sino una fluctuación. Ejemplo: el libro electrónico no rompe con el libro tradicional, sino que es una evolución, una continuación del mismo. Y habla del tsunami digital por la enorme y rapidísima influencia que tiene lo digital sobre la cultura y la sociedad.

 

 

El Pathways Project va en la misma dirección e intenta explicar e ilustrar las semejanzas entre la tradición oral e Internet, porque en Internet, a través del hipertexto, las formas de llegar al conocimiento son más parecidas al mecanismo del cerebro humano –se llega por saltos y asociaciones– que en un libro tradicional, donde el flujo del texto es lineal e invariable. El propio sitio http://pathwaysproject.org es un ejemplo de esto, porque va siguiendo los saltos conceptuales que hace quien lo navega. Se llama «libro cambiante», porque puede ser leído de muchas formas, con nodos, rutas alternantes, etc.

 

 

El sitio está dividido en tres áreas o ágoras, es decir, espacios libres abiertos donde compartir opiniones. Aquí se usan como sinónimo de comunidades:

  1. oÁgora -> oralidad 
  2. tÁgora -> textos 
  3. eÁgora -> ciberespacio, redes electrónicas 

Uno puede registrarse y ser ciudadano de una de las ágoras o de varias. Con ello se subraya la idea de la ciudadanía en múltiples ágoras, es deseable pertenecer a las tres, tener conocimientos de los tres ámbitos, y moverse y tener competencias fluidas en los tres. Ulmer (2003) dice que alfabetización o literacy es un término desfasado y se tiene que sustituir por este.

 

 

Implicaciones

 Textocentrismo y prácticas educativas

Se puede decir que en la animación a la lectura se han consolidado con el tiempo determinados procesos, modalidades, prototipos o secuencias de aprendizaje. Algunos de estos procesos guardan relación con ciertos scripts o patrones lógicos, como el esquema antes-durante-después, que da sentido, por ejemplo, al libro-fórum, es decir, a qué se hace después de una lectura. Por citar otro caso de éxito, el comentario de textos, más o menos pautado, ha sido una actividad que ha dominado en gran medida la educación lingüística y literaria, sobrentendiendo que el texto debía ser explotado o aprovechado en distintas direcciones, etapas o fases; así sobre este comentario se fundamentaban la comprensión, la localización, el análisis, el juicio crítico, la composición y la disertación. Hasta el punto de que un prototipo así dio lugar a que muchos estudios culturales criticasen el textocentrismo como ejemplo de propuesta que sobrevaloraba el texto por encima de cualquier otra consideración y elemento.

La necesidad de las humanidades

Ulmer argumenta (2003) que, para tener capacidad crítica, no basta con dominar la tecnológica, aunque sea a la perfección, porque manejar herramientas no conlleva pensamiento crítico ni creativo. ¿Cómo dijimos que se adquiría la capacidad del pensamiento crítico? Dicho autor afirma que son sobre todo las humanidades y las ciencias sociales las que crean esa capacidad de discernimiento (así que son útiles), de distanciamiento reflexivo, de repensar un texto. Propone apropiarnos de los medios digitales para construir nuevas formas de expresar el pensamiento y que las ciencias sociales y las humanidades transformen la electrura en una nueva forma de saber, tanto creativa como crítica. De otro modo, perderemos lo mejor que nos ha dado el alfabetismo.

En conclusión, hay muchas y nuevas prácticas de lectura, formas novedosas de expresión de la creatividad y la comunicación, al amparo de las NTIC e Internet, pero nunca debe olvidarse el pensamiento crítico, el enseñar a discernir y discriminar. Eso se adquiere leyendo, no solo viendo vídeos o leyendo blogs; es preciso construir una base de conocimiento, lo cual nos lleva a los clásicos y a la necesidad de un punto de equilibrio y de cooperación entre el textocentrismo y los nuevos alfabetismos. El ciudadano del siglo XXi debe ser un ciudadano «anfibio», capaz de moverse en los distintos ámbitos y comunidades alfabetizadores, desde la «plaza pública» de Bajtín que aún gravita sobre la oralidad, hasta la cultura escrita, mediática y digital.

 

Referencias

 

Inman, J. A. (2003), «Electracy for the Ages: Collaboration with the Past and Future», en Inman, J. A., Reed, C. y Sands, P. (eds.),
Electronic Collaboration in the Humanities: Issues and Options, p. 52, Mahwah: Lawrence Erlbaum Associates.

Inman, J. A. (2004), Computers and Writing: The Cyborg Era, Mahwah: Lawrence Erlbaum

Associates. Martos García, A. E., 2012; ¿A CUÁL SE REFIERE?

Martos García, A. (2009), «Hacia una conceptualización de la cultura escrita: contextos
y prácticas letradas en/desde el Quijote», Ocnos, n.º 5, Universidad de Castilla-La

Mancha. Martos García, A. E. (2012), «El método de la Historia de las formas», Tejuelo, n.º 13, pp. 48-69.

Martos Núñez, E. (2010), «De la República de las Letras a Internet: de la ciudad letrada
a la cibercultura y las tecnologías del siglo xxi», Álabe, 1, www.ual.es/alabe.

Ong, W. (1982), Orality and Literacy: The Technologizing of the Word, New York:
Methuen; versión española: Ong, W.J. (1987), Oralidad y escritura, México:
Fondo de Cultura Económica. 

Porter, D. (1997), Internet Culture, New York:Routledge.

Scholes, R., Comley, N. y Ulmer, G. L. (1994),Text Book: An Introduction to Literary
Language, New York: St. Martin’s Press,2.ª ed.

Ulmer, G. L. (2003), Internet Invention: From Literacy to Electracy, New York: Longman.

Fecha de ultima modificación: 2014-02-06